"La metodología BIM presenta importantes ventajas con respecto a la metodología CAD tradicional, especialmente en obras de gran envergadura", señala Juan Antonio Cuartero, director general de Structuralia.
La metodología BIM (Building Information Modeling), es una herramienta de trabajo colaborativo basada en el uso de un software dinámico de gestión de datos de una infraestructura civil a lo largo de la totalidad de su ciclo de vida, abarcando las tres fases generales más importantes de un proyecto: diseño, construcción y mantenimiento.
Con ello, el proceso de trabajo mediante BIM se basa la creación del denominado ‘Modelo de Información del Proyecto’, que comprende las características geométricas y diseño espacial de éste, sus interrelaciones espaciales con otros elementos, la planificación de sus diferentes partes en el tiempo, su información geográfica, así como los volúmenes y propiedades de sus componentes.
En este método, que alcanzará un mercado global de US$ 18.8 billones en el 2024, toman parte todos los diferentes tipos de profesionales organizadores del proyecto, tales como diseñadores, ingenieros, arquitectos, contratistas, constructores o proveedores.
Las distintas etapas de diseño y gestión de una infraestructura, junto con las fases de mantenimiento y desmantelamiento de la misma, transcurren inmersas en una dinámica de trabajo en la que pueden destacarse siete dimensiones diferentes:
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